Rara vez ocurre porque el decreto del 2012 es bastante flexible con las viviendas construidas anterior a 1984, pero en alguna ocasión hemos tenido que decirle al propietario de una vivienda que no era posible obtener la cédula (al menos, sin realizar obras de reforma).
Parece mentira que a estas alturas nos encontremos viviendas cuyas habitaciones no tengan ventanas al exterior, sin ventilación ni iluminación natural. Y claro, una estancia de ese tipo no se puede considerar habitación, aunque duerman ahí desde años inmemoriales. Otras viviendas tienen menos de 20 m2, que es lo mínimo exigido (en viviendas nuevas la superficie ha de ser mucho mayor).
También nos encontramos con salones-cocina de menos de 14 m2, que tampoco cumpliría. Si la cocina es independiente, la sala puede tener una superficie útil no inferior a 10 m2. Parece mucho, pero una habitación doble tiene entre 8 y 12 m2. Incluso la superficie mínima para considerarse habitación es de 5 m2.
Otro tema aparte son los famosos cuartos de baño que dan directamente a la sala, algo muy sutil pero que todavía se encuentra. Estos cuartos también deben tener su ventilación al aire libre directa o a través de un conducto, con activación mecánica o estática.
El espíritu de la cédula es garantizar unas condiciones mínimas de habitabilidad, cosa que puede que a los propietarios les importe poco, ya que no deja de ser un trámite para vender o alquilar la mayoría de las veces. Casi siempre se puede llegar a conseguir que cumpla la normativa realizando reformas que garanticen estos mínimos de dignidad. Pero en otros casos, si no hay predisposición de mejoras, tenemos que decir lo siguiente: “lo sentimos, pero tu vivienda no puede obtener la cédula”.